Y ahora?

A pesar que el test de Zung se empeña en declararme mentalmente equilibrada (o mejor dicho dentro de los parámetros “normales” en cuanto a depresión se refiere) yo estoy en total desacuerdo y aun creo que estoy algo deprimida, o es que a mi labilidad emocional le encantó mi compañía y planea quedarse conmigo, y para siempre?

A pesar que mi deseo de volver con el fulano ha quedado como en 15% (después de meditarlo, sufrir su te llamo y nunca más saber de el, y los miles de miles de etc.), aun lo extraño y eso es nada más, que el reflejo de un pequeño pero obstinado porcentaje de mi corazón, de mi cerebro (debe ser el lado derecho, definitivamente) que manan, manan … no entiende y lo quiere de vuelta pero YA!

Es que creo que cuando estoy saliendo con alguien y algo sale mal. Eso pasa y pienso en el fulano. Y comparo, y lo idealizo y me caigo en el precipicio y todo regresa.

El chico J regresó de las Europas, me llamó durante toda su ausencia, de forma interdiaria, y hablando horas de horas por teléfono, por ahí escuche más de una vez un te quiero mucho, y te extraño mas. Yo andaba emocionada con unos terremotos y sacudidas increíbles, hasta ya casi con la cara de monga feliz, así en ese trance de andar mas emocionada que nunca ... todo salió mal
Toco mi puerta a las 6 en punto del Lunes 8, y esquive su mirada ... nos saludamos con un … Hola. Que tal? Y acercamiento de los cachetes, OSEA, toda esa expectativa, de la espera, de las llamadas, de te quiero, te extraño, me extrañas? ... no, yo te extraño más!... todo eso... para un gélido hola que tal?

Yo esperaba un sofocado apachurramiento de su parte (por lo menos) pero es cierto que yo no ayude, no pude ni mirarlo, lo máximo que hize (y con esfuerzo) fue acercar mi cachete al suyo. y decir ... Bien!...tu .. como estas? (revivió la timida quinceañera que habita en mi)

El tenia muchas cosas que hacer me pidió que lo acompañe, y no pudimos conversar casi nada. Me pase esperando que termine de hacer sus asuntos y ya después de dos horas yo andaba cansada, y el se dio cuenta de mi cara de poto total. Me llevó a mi casa, se despidió y me abrazó … y yo no lo abrazé, me miro con cara de palteado, me dio un chocolate, y se fue.

Y yo no pude decirle que lo habia extrañado, que me hubiera gustado abrazarlo. Simplemente salió a relucir de nuevo mi GRAN problema de COMUNICACIÓN. Porque cuando algo me molesta de una persona a la que quiero, me cuesta decirlo y quiero que esa persona se de cuenta ipsofacto, sin que sea necesario que yo le diga nada, y lo peor es que me enojo hasta que no se de cuenta de porque estoy enojada .... PLOP!